Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en Sábado. Mt 24: 20 (RVA)
1. ¡Tuvieron que huir los seguidores del Mashiaj en sábado o en invierno?
En Mateo 24: 20 Yahshua aconsejó a sus seguidores que oraran para que su huida de Jerusalén no ocurriera ni en sábado ni en invierno. Sus oraciones recibieron respuesta. Cestio Galo se retiró de Jerusalén en noviembre del año 66 D. Mashiaj, un mes cuando el clima no es generalmente duro en esa parte del mundo. Los cristianos, entonces, no tuvieron necesidad de huir en invierno.
La asombrosa retirada de Cestio Galo en noviembre del año 66 DM, cuando la victoria estaba a su alcance, proporcionó una inapreciable oportunidad de huir. Josefo informa que “muchos judíos notables” en ese momento “abandonaron la ciudad, como si fuera un barco a punto de zozobrar”. (Ver Flavio Josefo, Guerras Judaicas, VI. III. 4).
Parece que los judío dejaron Jerusalén en ese momento. Al trasladarse al norte, fundaron una colonia en Pella, al sudeste del mar de Galilea. Las palabras traducidas por “huyan a los montes” en la Biblia de Jerusalén, puede traducirse adecuadamente por “escapen hacia las colinas” o “váyanse al campo”. Pella está ubicada en el campo, en medio de colinas.
La preocupación de Yahshua por el sábado es aleccionadora. Nos indica que El sabía que el sábado seguiría en vigencia en el año 66 D. Mashiaj, más de treinta años después de su muerte. Yahshua no puso a un lado los Diez Mandamientos. Dijo en el Sermón del Monte: “No piensen que he venido a abolir la Toráh o los Profetas. He venido, no a abolir, sino a completar. ¡Sí, en verdad! Les digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una iod, ni una tilde pasarán de la Toráh; no hasta que lo que tenga que suceder, suceda.
( Mateo 5: 17, 18). traducción original del texto hebreo
¿Cuál es la “Generación” de Mateo 24: 34?
¿Qué quiso decir Yahshua cuando declaró: “No pasará esta generación”? Después de dar su breve lista de señales de su segunda venida, Yahshua dijo: “Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (S. Mateo 24: 34, 35).
El Adon quería que su declaración fuera tomada en serio. Solo tres veces durante su ministerio se refirió a que los cielos y la tierra podrían pasar. En dos de ellas lo hizo para poner énfasis, por la vía del contraste, en la perdurabilidad de los Diez Mandamientos.
Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la ley. Lc. 16: 17
La tercera ocasión es ésta, de Mateo 24, cuando lo hizo para recalcar la estabilidad de su predicción relativa a “esta generación”.
Son casi innumerables las interpretaciones que los comentaristas le han dado a esta expresión. Tal vez podríamos clasificarlas en dos grupos: 1) que una generación es un período, y 2) que una generación es una clase de gente.
Una generación como un período. En el primer grupo las palabras de Yahshua de Mateo 24: 34 se entienden en el sentido de que el lapso que comenzaría con la aparición de las señales sería tan corto que la gente que las viera viviría realmente para ver a Yahshua cuando regresara.
Del mismo modo una predicción que El hizo en S. Mateo 23: 36 y en la que emplea la expresión “esta generación” con relación a la caída de Jerusalén, se interpreta en el sentido de que el período que debía mediar entre esa predicción y su cumplimiento sería tan corto, que la gente que estaba viva cuando Yahshua anunció ese fatídico acontecimiento viviría para pasar por él.
“: Una generación como una clase de gente. Aunque parezca sorprendente, hay varios ejemplos en las Escrituras de que una generación es una clase de gente. Las Escrituras dicen: “Tal es la raza (generación, Reina-Valera) de los que le buscan” (Salmos 24: 6) y “la raza (generación, Reina-Valera) de los hombres rectos” (Salmos 112: 2). Cada una de estas generaciones se refiere a una clase de gente buena. Por otra parte, en Lucas 16: 8 Yahshua hace la observación de que los pecadores son más “astutos” al tratar “con los de su generación”, es decir, con los de su misma clase pecadora, que los santos. En otro lugar Yahshua habla de una “generación malvada y adúltera” (Mateo 12: 39), de una “generación” que no se arrepentiría (Mateo 12: 41), y de una “generación” que no querría escucharlo (Mateo 12: 42).
Conclusión.
De las dos interpretaciones, la segunda parece ser la más probable. Además, parece ser más razonable. Sólo transcurrieron 39 años entre la predicción de Yahshua en el año 31 D. Mashiaj y la caída de Jerusalén en el año 70 D. Mashiaj; sin embargo, si tomamos en cuenta la elevada mortalidad que prevalecía en aquellos días, muy pocos adultos responsables que escucharon esta profecía deben de haber vivido lo suficiente como para ver su cumplimiento. Más difícil aún es ubicar a alguien que esté todavía vivo de entre aquellos que vieron las señales astronómicas de la segunda venida que ocurrieron durante los siglos XVIII y XIX. (Véase Apocalipsis 6 y 7.)
Es mejor decir que en Mateo 23: 36, y 24: 34 y 35 Yahshua empleó la expresión “esta generación” para referirse a una clase de gente que resistiría y rechazaría su mensaje. No tiene sentido albergar la esperanza de que el mundo va a mejorar con el transcurso del tiempo, porque la mayor parte de la gente continuará siendo rebelde a Yahweh hasta la segunda venida de Yahshua. Esta clase de gente rebelde persistiría hasta el fin. (Véase 2 Timoteo 3: 1-9; Apocalipsis 16: 9.)
Una definida posibilidad es que Yahshua se haya referido al pueblo judío, de cuya raza o “generación” El mismo era miembro. Si esto es así, querría decir que la raza judía, por lo general inmutable en su actitud hacia El, continuaría en esa condición hasta el fin del tiempo a pesar de toda clase de desastres, incluso la caída de Jerusalén, los pogromos (Matanza y robo de gente indefensa por una multitud) medievales y el holocausto nazi. La persistencia del pueblo judío como raza -o “generación”- distinta, es ciertamente uno de los fenómenos notables de la historia humana.
Analizando Mateo 24: 14
¿Vendrá Yahshua hoy?
Hay un himno religioso que dice: “Viene otra vez nuestro Salvador, ¡Oh si ya fuera hoy!”
Yahshua dijo en S. Mateo 24: 14: “Se proclamará esta Buena Nueva del Reino en el mundo entero, para dar testimonio a todos los gentiles. Y entonces vendrá el fin”.
Antes de hablar acerca de si Yahshua va a venir hoy, deberíamos preguntarnos:
“iSe terminará de predicar el Evangelio a todas las naciones antes de que llegue hoy?” Y antes de contestar esta pregunta debemos saber qué quiso decir Yahshua cuando dijo: “A todos los gentiles” (a todas las naciones).
Nosotros, la gente que habla castellano o español, cree generalmente que una nación es algo como España, México o Argentina, es decir, una entidad social y política, con límites internacionales y con un gobierno central. Nos olvidamos de que en España, por ejemplo, hay diversas nacionalidades dentro de la nación, como los vascos, los catalanes y los gallegos, y que algo semejante ocurre en prácticamente todos los países hispanoamericanos. En Europa, Yugoslavia está constituida por varios grupos raciales, cada uno de los cuales se considera una nación. Y podríamos citar otros casos.
Más importante todavía, en los tiempos del Pacto Renovado la palabra griega que se usaba, y de la cual se han traducido las palabras “gentiles” o “naciones” en las versiones castellanas, y que aparece en Mateo 24: 14, es ethne, de la cual deriva también nuestra palabra “étnico”. Ethne en los días de Yahshua significaba “naciones”, pero también significaba “pueblos”, “grupos de pueblos”, “clases”, “castas” y “tribus”, Ciertamente a menudo significaba sencillamente “extranjeros” y por eso en algunas versiones castellanas del pacto renovado se traduce por “gentiles”.
Véase: Hechos 10: 45 “Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Ruaj Jakodesh”.
Efesios 2: 11
Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne.
Para ayudarnos a comprender cabalmente la amplitud del desafío que la evangelización implica para el pueblo de Yahweh, las palabras “gentiles” o “naciones” (ethne) por “pueblos”: grupos de diversos tamaños, que se pueden distinguir claramente de otros pueblos por su raza, su idioma, su sistema económico, sus ocupaciones o su clase social, en medida tal que planteen un desafío definido y diferente a la evangelización. En varias de sus ediciones anuales de su Unreached Peoples Directory (Lista de los pueblos no alcanzados)’”, esta entidad ha confeccionado listas de miles de esos pueblos y ha puesto de manifiesto que una gran cantidad de ellos todavía están esperando oír el Evangelio del reino de Yahshua. Por ejemplo, se refiere a tres mil pueblos distintos en la India sola, separados entre sí por el idioma, la casta, la religión o la cultura. Menos de cien de esos tres mil pueblos cuentan con grupos significativos de seguidores del Mashiaj Yahshua!
¿Cómo se los puede alcanzar a todos?
Con tanta gente que no ha sido alcanzada todavía, ¿cómo podemos esperar que Yahshua venga pronto? Los medios de comunicación masiva, internet y los satélites pueden ayudar a hacerlo, pero no es posible que lleven el Evangelio con rapidez en los 5.390 idiomas y dialectos que se hablan en la tierra. En miles de esos idiomas y dialectos no hay personas que hayan aceptado la restauración del evangelio que puedan usarlos para comunicar a través de esos medios. Además, la mayor parte de la gente preferiría “ver un sermón a oírlo”.
Entre los que pretenden ser seguidores del Mashiaj, debería haber un renovado compromiso con la evangelización mundial. Si los habitantes de ciertos países ricos, por ejemplo, realmente quisieran que Yahshua viniera pronto, ¿seguirían gastando seis veces’ más en sus animalitos preferidos que en la obra de evangelización mundial?
¿Seguirían dedicando sus veladas a mirar partidos de fútbol o a tomar cerveza? Los seguidores del Mashiaj que viven en los países desarrollados pueden dar generosamente de sus medios. Podrían ofrecerse como voluntarios para trabajar en el extranjero como emisarios misioneros por varias semanas o meses, recordando que en esos países son más bienvenidos los profesionales y los artesanos, maestros y profesores, por ejemplo, que los clérigos o ministros. Las familias la suya, por ejemplo pueden elegir una zona o un grupo especial, informarse por medio de la enciclopedia o la biblioteca pública de todo lo referente a esa zona o grupo, y orar juntos por su evangelización. Mientras tanto los predicadores de la restauración que viven en los países del tercer mundo están alcanzando con éxito a sus vecinos no mesianicos.
“No por el valor ni por la fuerza, sino sólo por mi Espíritu -dice Yahweh Sebaot” (Zacarías 4: 6). El Espíritu Santo, derramado en Pentecostés sobre 120 disipulos arrepentidos y obedientes, y que además oraban, les ayudó a ganar tres mil conversos en un solo día. (Véase Hechos 2: 1-41.)
¿Qué ocurrirá, entonces, en nuestros días, cuando miles de seguidores del Mashiaj Yahshua fieles, obedientes y arrepentidos abran plenamente sus corazones en todo el mundo para recibir el Espíritu Santo?
Véase: Joel 3: 1, 2.
Porque he aquí que en aquellos días, y en aquel tiempo en que haré volver la cautividad de Judá y de Jerusalén, 2 reuniré a todas las naciones, y las haré descender al valle de Josafat, y allí entraré en juicio con ellas a causa de mi pueblo, y de Israel mi heredad, a quien ellas esparcieron entre las naciones, y repartieron mi tierra;
Es posible que Yahshua no regrese hoy, pero podemos creer confiadamente que viene pronto.